El aumento de la población registrado en el siglo Xll permitió que la producción agrícola creciera, de manera que comenzaron a sobrar productos y mano de obra. Aquella situación derivó en el desarrollo de ciudades, pues muchos de aquellos campesinos se trasladaron hasta centros urbanos, donde se olvidaron de los servicios y obligaciones feudales.
Como resultado, no tardaron en surgir conflictos entre los señores y sus vasallos, especialmente, en los siglos Xll y Xlll.
domingo, 10 de agosto de 2008
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